Reflexiones desde el Perú por el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo
El 28 de abril se celebra el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, establecido por la OIT en 2003. El Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo promueve la prevención de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales en todo el mundo. Se trata de una de las muchas iniciativas destinadas a sensibilizar y a centrar la atención internacional sobre la magnitud del problema y sobre cómo la creación y la promoción de una cultura de la seguridad y la salud puede ayudar a reducir el número de muertes y lesiones relacionadas con el trabajo.
Este objetivo es compartido por la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y diversos Convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), objetivo que se ve refrendado por la misma Constitución Política del Perú –todos buscando garantizar la vida y la integridad física y moral durante el trabajo.
En particular, el Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU, numeral 8, se refiere a la promoción del “crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos”, y su meta 8.8. busca “proteger los derechos laborales y promover un entorno de trabajo seguro y protegido para todos los trabajadores, incluidos los trabajadores migrantes, en particular las mujeres migrantes y las personas con empleos precarios”.
En el Perú, las estadísticas de accidentes de trabajo muestran que hay un amplio margen de mejora, a pesar de los esfuerzos desarrollados tanto por la iniciativa privada y las instituciones públicas, como el OSINERGMIN y, la SUNAFIL. En las siguientes tablas y gráficos, se puede apreciar cómo se distribuyen los accidentes de trabajo según los distintos sectores de la actividad económica en el Perú:
Fuente: http://www2.trabajo.gob.pe/estadisticas/estadisticas-accidentes-de-trabajo/
Fuente: Anuario Estadístico Sectorial 2015 – MINTRA
Adicionalmente, se pueden apreciar las notificaciones, según el tipo de siniestro:
Sea cual sea el sector de actividad del que se trate, el reto es común: conseguir un adecuado nivel de cultura preventiva en toda la estructura, desde el CEO a los trabajadores de la última de las contratas. No se trata de reiterar el viejo eslogan de que la seguridad es lo primero. Se trata de demostrar día a día que se puede trabajar siempre con seguridad, sean cual sean las circunstancias, sin menoscabo de que los negocios sigan siendo rentables.
Un negocio sin seguridad…es un mal negocio
Debemos ser lo suficientemente inteligentes para conseguir que la seguridad y salud en el trabajo sea un elemento de productividad, al disminuir los importantes costes asociados a los accidentes laborales, aumentar el bienestar físico de los trabajadores y mejorar el ambiente de trabajo en las organizaciones, minimizando los riesgos reputacionales y las primas de las entidades aseguradoras.
En el Perú hemos vivido una dolorosa experiencia motivada por desastres naturales, durante la que se han puesto tristemente de manifiesto los daños asociados a una deficiente gestión de los riesgos llevada a cabo históricamente, dulcificada, eso sí, por un inmenso ejercicio de solidaridad.
Nuestra reflexión es que debemos incorporar a lineamentos fundamentales desde una formación básica en los colegios para que la seguridad no se convierta en una lista de obligaciones, sino en un estilo de vida para nuestra sociedad.
De ahí que nos parece de vital importancia el emprendimiento del MINTRA en su Plan Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo 2017-2021, en la esgrime una línea de acción orientada a establecer los contenidos mínimos en materia preventiva de los riesgos laborales para su incorporación en las currículas de la educación inicial, primaria, secundaria y superior. Además, debemos ser conscientes que existen diferentes herramientas, que pueden ser empleados por los grupos de trabajo para prevenir profesionalmente riesgos SST.
INERCO Consultoría Perú cuenta con más de treinta años de experiencia en el ámbito de la Seguridad Industrial y la Seguridad y Salud en el Trabajo, y ha contribuido a logros significativos en muchas empresas, disminuyendo la tasa de accidentalidad e identificando medidas estratégicas para evitar actos o condiciones inseguras.
Metodologías como el Human Hazop, que permite analizar el riesgo a partir del factor humano, el Bow Tie, que a través de un esquema simple describe y analiza la ruta de escenario de riesgo desde las causas hasta las consecuencias, se abren paso en estos tiempos para ser las herramientas de gestión más apropiadas.
En el Día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo, nuestros deseos para que se consiga el respeto al derecho a gozar de un ambiente de trabajo seguro y saludable a todos los niveles de la sociedad, y nuestra colaboración con nuestro trabajo diario para conseguir dicho fin.
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